El tomate viajero (2)

Después de pasar un día maravilloso en la playa, Kiliancito y el tomate regresaron a casa con la promesa de seguir viajando juntos. Pasaron los días planeando su próxima aventura, y finalmente decidieron que querían visitar un lugar muy especial: una granja con animales divertidos y campos verdes donde crecían deliciosas frutas y verduras.

Así que, al día siguiente, se dirigieron a la estación de trenes con sus maletas llenas de entusiasmo. El tren los llevó a través de hermosos paisajes y pronto llegaron a la granja. Los animales los recibieron con entusiasmo y Kiliancito y el tomate se divirtieron mucho jugando con ellos y ayudando en las tareas de la granja. Aprendieron a ordeñar vacas, recoger huevos de gallina y cuidar de los animalitos.

Después de un día lleno de risas y aprendizaje, regresaron a casa con el corazón lleno de gratitud y felicidad. Kiliancito ayudó al tomate a entrar por la ventana de la cocina, y juntos recordaron todas las aventuras que habían vivido juntos.