La calabaza y la bicicleta
Érase una vez en un bosque muy grande, vivía una calabaza que soñaba con recorrer el mundo. Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con una bicicleta abandonada y decidió subirse en ella para comenzar su aventura.
Mientras pedaleaba por el bosque, la calabaza se encontró con un perro muy amigable llamado Matheo. El perro quería ayudar a la calabaza a cumplir su sueño de viajar por el mundo, así que decidió unirse a ella en su viaje en bicicleta.
De repente, un ciervo curioso llamado Kilian apareció en el camino y les preguntó a la calabaza y al perro a dónde se dirigían. "Estamos buscando aventuras en nuestro viaje en bicicleta", respondieron. El ciervo se emocionó y les preguntó si podía unirse a ellos en su emocionante viaje.
El ciervo era muy divertido y les contó muchas historias emocionantes sobre sus propias aventuras. La calabaza, el perro y el ciervo se rieron y cantaron mientras continuaban su viaje en bicicleta, emocionados por las nuevas amistades que estaban haciendo en el camino.
De repente, vieron una señal que indicaba dos caminos diferentes. Uno llevaba a un misterioso castillo en lo alto de la montaña, y el otro a un maravilloso lago rodeado de flores. Todos se preguntaron cuál camino deberían elegir para continuar su emocionante aventura.
Finalmente, decidieron seguir el camino que los llevaría al misterioso castillo en lo alto de la montaña. Mientras subían por el empinado camino, la calabaza, el perro y el ciervo cantaban y reían, emocionados por descubrir qué aventuras les esperaban en el castillo.
Al llegar al misterioso castillo, se encontraron con un simpático mago que les dio la bienvenida. El mago les invitó a entrar y les mostró un hermoso jardín lleno de sorpresas y juegos mágicos. La calabaza, el perro y el ciervo se divirtieron muchísimo, jugando y riendo durante horas.
Al final del día, el mago les agradeció por visitar su castillo y les dio un mapa mágico que les ayudaría a encontrar su próximo destino. Con el corazón lleno de alegría, la calabaza, el perro y el ciervo se despidieron del mago y emprendieron su camino hacia nuevas aventuras, sabiendo que siempre tendrían un amigo en el misterioso castillo en lo alto de la montaña.