El misterio de la estrella cantarina

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Érase una vez en un pequeño pueblo, vivía un niño llamado Matheo. Un día, mientras paseaba por el campo, encontró una estrella brillante y mágica que cantaba una hermosa melodía. Matheo quedó asombrado por la belleza de la estrella y decidió llevarla a su casa para cuidarla.

Al llegar a su casa, Matheo decidió llamar por teléfono a sus amigos Kilian y Sebastian, para que vinieran a escuchar la hermosa canción de la estrella. Los dos amigos no podían creer lo que escuchaban y juntos decidieron llevarla a un lugar especial para que todos pudieran disfrutar de su canto.

Los tres amigos llevaron la estrella al castillo del pueblo, donde organizaron un concierto para que todos los habitantes pudieran escuchar su canción. El sonido del violín de Sebastian se unió a la melodía de la estrella, creando una música maravillosa que llenó de alegría a todos los presentes.

Después del concierto, la estrella les agradeció a los amigos por haberla cuidado y por haber compartido su música con el pueblo. Prometieron volver a disfrutar juntos de su hermosa canción en el próximo festival que organizarían en el pueblo.

Desde aquel día, la estrella cantarina se convirtió en la atracción principal del pueblo, llenando de alegría y magia a todos los habitantes. Los amigos, junto a la estrella, vivieron muchas aventuras y conciertos juntos, compartiendo su hermosa música con el mundo entero.

Y colorín colorado, este cuento ha terminado, pero la música de la estrella cantarina nunca dejará de sonar en los corazones de todos los que la escucharon.