Matheo tenía un cochecito rojo que siempre sonaba como un tambor. Un día, decidió dar un paseo por el vecindario. Mientras viajaba, se encontró con Freya, una gallina divertida que estaba buscando algo especial en el jardín.
Freya le dijo a Matheo: "¡Estoy buscando un limón brillante y un aguacate suave! Los necesito para hacer una rica ensalada." Matheo pensó que sería muy divertido ayudar a su amiga, así que aceleró un poco, emocionado por la búsqueda.