Un día, Freya encontró un coche muy especial en el garaje de su abuela. Era un coche rojo brillante con alas, ¡un coche volador! Freya no podía creer lo que veía y quiso probarlo enseguida.
Al subirse al coche, Freya vio a un gato negro con bigotes muy largos que la miraba con curiosidad. El gato se llamaba Nilo y también quería volar en el coche mágico. ¡Qué emoción!
De repente, un avión pasó volando sobre sus cabezas y les hizo una señal desde las alturas. ¿Qué les estará diciendo el avión? ¿Deberían seguirlo? ¿O tal vez deberían buscar a su amigo perro?