En un bosque lleno de brócolis enormes, vivía un oso llamado Matheo. Matheo no era un oso común, era un oso muy curioso, y lo que más le gustaba en el mundo era comer plátanos, que caían de los enormes árboles de brócoli verde brillante.
Un día, al intentar alcanzar un plátano reluciente, Matheo tropezó y cayó en un pozo. Al caer, se topó con una extraña máquina con alas. "¡Es un helicóptero!" exclamó, ya que había visto uno en sus sueños. Aunque estaba algo asustado, Matheo recordó que siempre había querido volar, así que decidió subirse al helicóptero.
En el asiento del conductor, Matheo encontró una carta que decía: "Para Kilian". Se preguntó si debería leerla o no. Finalmente, la curiosidad pudo más y abrió la carta. Dentro de la carta, había un mapa y un mensaje que le decía a Kilian que volara hasta una montaña muy alta en busca de una piedra mágica.