El misterioso viaje de Matheo y el tranvía del pato

Había una vez una niña llamada Matheo, a quien le encantaba pasear por el parque. Un día, mientras paseaba, se encontró con un pato muy amigable que le dijo que quería mostrarle algo especial.

El pato llevó a Matheo hasta un tranvía muy antiguo que estaba escondido entre los árboles. Juntos subieron al tranvía y empezaron a viajar por un camino lleno de coloridas flores y árboles frondosos.

De repente, el tranvía se detuvo y Matheo vio algo brillante en la ventana. ¡Era una mariquita! La mariquita les dijo que estaban cerca de una mágica pradera llena de luces de colores y flores gigantes.

Matheo y el pato bajaron del tranvía y corrieron hacia la pradera, donde se divirtieron jugando y descubriendo cosas maravillosas. Después de un rato, la mariquita les dijo que era hora de regresar a casa.

Los tres amigos subieron de nuevo al tranvía y emprendieron el viaje de regreso. Llegaron al parque justo a tiempo para ver la puesta de sol, y Matheo se dio cuenta de que nunca olvidaría ese mágico día.

Desde entonces, Matheo visitaba el tranvía del pato cada vez que quería vivir una aventura emocionante, pero siempre recordaba que la verdadera magia estaba en disfrutar de las pequeñas cosas y en la compañía de amigos tan especiales como el pato y la mariquita.