Matheo se volvió muy popular en el bosque gracias a su talento en el piano. Todos los animales lo alentaban y aplaudían cuando tocaba sus hermosas melodías.
Un día, mientras tocaba en un claro del bosque, un grupo de niños llegó corriendo. Eran los niños del pueblo más cercano al bosque y habían venido a escuchar a la famosa rana pianista.
Matheo se sintió un poco nervioso al principio, pero pronto se dio cuenta de que los niños estaban disfrutando de su música y se relajó. Tocó con tanto entusiasmo que incluso los animales que solían dormir en el bosque salieron de sus escondites para escucharlo.
Después del concierto, los niños comenzaron a acercarse a Matheo para agradecerle por la hermosa música. Algunos incluso le pidieron que toque algunas de sus canciones favoritas.
Matheo se sintió muy feliz de saber que su música había llegado a tantas personas. Y se dio cuenta de que su gran sueño de tocar el piano había sido solo el comienzo. Ahora quería seguir tocando y componiendo música para compartir con el mundo.
Desde ese día, Matheo comenzó a explorar diferentes estilos de música y a experimentar con nuevos instrumentos. Y continuó tocando en su coche reparado, que ahora tenía un aspecto más moderno gracias a las mejoras de Kilian.
Los días pasaron y Matheo se convirtió en un famoso compositor y músico. Su música se escuchaba en todo el bosque y en los pueblos cercanos, incluso en la ciudad grande, donde tocó en un teatro lleno de gente.
Matheo nunca olvidó sus raíces y siempre recordó que su éxito lo había logrado gracias a su esfuerzo y apoyo de sus amigos. Y continuó inspirando a otros animales a seguir sus sueños y a creer en sí mismos.