El tren, el avión y la pizza mágica
Matheo y Freya estaban en un hermoso día soleado. En el parque, encontraron un tren pequeño que sonaba como un tambor. Kilian, su amigo, decidió subir y, de repente, ¡se detuvieron en un lugar especial lleno de maravillas!
Allí, los árboles eran de colores brillantes y había un gran avión que estaba a punto de despegar. "¿Dónde llevará a la pizza mágica que vemos en el menú?" preguntó Freya con curiosidad. Matheo miró a su alrededor, buscando pistas sobre esa deliciosa comida.
Matheo y Freya decidieron seguir al avión. Corrieron rápidamente hacia la pista donde el gran avión estaba listo para levantar el vuelo. Cuando subieron a bordo, un amable piloto les sonrió y les dijo: "¡Bienvenidos a bordo, pequeños aventureros! Hoy volamos hacia el País de las Pizzas Mágicas!" Los amigos estaban emocionados y no podían esperar para descubrir qué aventuras les esperaban.
Mientras el avión volaba alto en el cielo, Matheo miró por la ventana y vio nubes que parecían de algodón de azúcar. "¿Crees que en el País de las Pizzas Mágicas también hay nubes que se pueden comer?" preguntó, sonriendo. Freya asintió con entusiasmo y observó un arcoíris brillante a lo lejos. "¡Mira, Matheo! ¡Podría ser el camino hacia la pizza mágica!"
Sin pensarlo dos veces, Matheo y Freya se miraron y gritaron al unísono: "¡Saltar!" El piloto sonrió y les abrió una puerta mágica del avión. Al saltar, se sintieron como si estuvieran volando con alas de mariposa, y pronto aterrizaron suavemente en una colina cubierta de flores que brillaban con colores del arcoíris. Miraron a su alrededor, maravillados, y vieron a un grupo de criaturas felices que hacían una gran fiesta con música y risas.
Las criaturas eran pequeñas y brillantes como estrellas. Una de ellas se acercó y les dijo: "¡Bienvenidos al País de las Pizzas Mágicas! Aquí cada pizza tiene una sorpresa deliciosa. Pero, para probarla, deben encontrar la Estrella de Queso que se oculta en el bosque encantado." Matheo y Freya se miraron, llenos de emoción. "¿Crees que podremos encontrarla?" preguntó Matheo, mientras su corazón latía de aventuras.
Antes de ir al bosque, Matheo y Freya decidieron unirse primero a la fiesta. Se acercaron a las criaturas brillantes y comenzaron a bailar al ritmo de la música alegre. Todos reían y disfrutaban, compartiendo risas y juegos. Freya giró con sus nuevos amigos y, en medio de la diversión, se dio cuenta de que había muchas pizzas mágicas esperando ser probadas.
De repente, una criatura con alas de mariposa les ofreció una porción de pizza humeante. "¡Prueben esta! Es de sabor arcoíris y cada bocado les dará un poder especial," dijo emocionada. Matheo y Freya tomaron un trozo y, al morderlo, sintieron una energía mágica que los llenó de alegría. Ahora, estaban listos para la aventura en el bosque.
Con el corazón lleno de valentía, Matheo y Freya se despidieron de sus nuevos amigos y se dirigieron al bosque encantado. Con cada paso, las flores brillaban más y más, iluminando su camino. Juntos, encontraron la Estrella de Queso, que les dio una pizza aún más deliciosa. Al regresar a la fiesta, todos celebraron y disfrutaron de la pizza mágica, riendo y compartiendo historias. Fue un día inolvidable, lleno de amistad y felicidad.