El gato curioso y la mariquita amistosa

Había una vez un gato llamado Matheo que vivía en un jardín muy bonito. Un día, Matheo estaba paseando por el jardín cuando vio algo brillante en una hermosa flor. Era una pequeña mariquita llamada Kilian. Matheo se acercó lentamente y le dijo: "Hola, ¿cómo te llamas?". La mariquita, muy amistosa, respondió: "Soy Kilian, ¿quieres ser mi amigo?". Desde ese día, el gato y la mariquita se convirtieron en grandes amigos.

Un día, Matheo y Kilian encontraron una fresa deliciosa y decidieron compartirla. Mientras estaban disfrutando de la fresa, una abeja traviesa apareció y les dijo: "¡Esa fresa es mía!". Pero Sebastian, el apicultor del jardín, escuchó la discusión y les explicó que en el jardín todos debían compartir. La abeja entendió y decidió compartir la fresa con Matheo y Kilian.

Después de ese día, Matheo, Kilian y Sebastian se convirtieron en grandes amigos. Juntos, exploraban el jardín y descubrían cosas maravillosas. Cada vez que encontraban algo bonito, lo compartían y se sentían muy felices.

Y así, el gato curioso, la mariquita amistosa y el apicultor bondadoso vivieron muchas aventuras juntos, siempre compartiendo y siendo amigos. Y el jardín se llenó de amor y alegría gracias a su amistad.