Matheo era un niño curioso y siempre le gustaba explorar el jardín de su casa. Un día, encontró una caja misteriosa escondida bajo un viejo árbol. Cuando la abrió, descubrió que dentro había un hermoso collar con forma de delfín.
Matheo se puso muy contento con su regalo, pero pronto se dio cuenta de que había una araña pequeñita en la caja. En lugar de asustarse, Matheo decidió llamar a la araña Sebastian y se convirtieron en amigos.
Mientras Matheo y Sebastian jugaban juntos en el jardín, se encontraron con un cangrejo llamado Kilian. El cangrejo les contó que quería encontrar el mar, pero estaba perdido. Matheo, Sebastian y Kilian decidieron ayudarse mutuamente para encontrar el camino de regreso al mar.
Juntos, recorrieron un largo camino y al final, llegaron a la orilla del mar. Kilian finalmente pudo volver a su hogar y agradecido, les regaló a Matheo y a Sebastian una concha marina muy bonita. Estaban felices y orgullosos de haber ayudado a su amigo cangrejo.
Desde ese día, Matheo, Sebastian y Kilian se convirtieron en los mejores amigos y juntos, vivieron muchas aventuras emocionantes en el jardín y en el mar. Y todo gracias al regalo que encontraron en aquella caja misteriosa.