El Cohete y la Nariz Saltarina

Era un día soleado en el bosque, y Noah, la pequeña mariposa azul, revoloteaba feliz entre las flores. De repente, escuchó un ruido extraño: ¡era Matheo, el koala, montando en un cohete de colores que había construido con hojas y ramas! "Sube conmigo, Noah," dijo Matheo, "vamos a buscar algo súper especial."

Mientras el cohete despegaba suavemente entre los árboles, Noah vio algo raro flotando en el aire: ¡una nariz grande y juguetona que daba saltos como si buscara compañía! "¿Qué hace esa nariz aquí?" preguntó Noah, mientras Matheo reía y ajustaba los controles del cohete. "Creo que quiere ir con nosotros en esta misión tan divertida," respondió el koala.

La nariz, al escuchar la conversación, hizo piruetas en el aire y aterrizó justo dentro del cohete. "¡Hola! Estaba buscando amigos," dijo, moviéndose curiosamente por los botones. Noah y Matheo se miraron y luego rieron juntos mientras el cohete comenzaba a volar más alto, hacia el cielo lleno de estrellas.