El viaje de la rana Zara

Érase una vez, en un lejano bosque, vivía una pequeña rana llamada Zara. Un día, Zara decidió que quería conocer el mundo y volar en un avión.

Así que, Zara se puso en marcha y encontró un avión abandonado en medio del bosque. Con valentía, subió a bordo y despegó hacia tierras desconocidas.

Durante su viaje, Zara conoció a una cebra llamada Matheo, quien le enseñó los colores del arcoíris y le mostró lo hermoso que era el mundo desde las alturas.

En su camino, Zara también se encontró con unas uvas dulces y jugosas que le ofrecieron Kilian, un amable ratón que vivía en un campo de viñedos.

Con la ayuda de sus nuevos amigos, Zara siguió su viaje en el avión, volando alto y sintiéndose feliz y emocionada por todas las maravillas que estaba descubriendo.

Finalmente, Zara regresó al bosque, donde había partido. Agradecida por todas las experiencias vividas, decidió que siempre sería amable con todo el mundo, tal como lo habían sido con ella Matheo y Kilian.

Y así, la rana Zara aprendió que la amabilidad y la valentía eran las mejores herramientas para explorar el mundo y hacer nuevos amigos. Y vivieron felices para siempre en el corazón del bosque.